Hoy he visto rodar por tus rosadas mejillas
dos perlas que emanaban de tus glaucos ojos
y deslucían los primorosos pétalos rojos
con los que tantas veces epatando al sol brillas.
Cuando así esa tu opalescente faz mancillas,
sólo puedo postrarme ante ti de hinojos
y con dolor arrancarme los mil y un abrojos
con que mi lastimado corazón acribillas.
¡Oh, serafín, bajado en carne mortal al suelo!,
ten lástima de este mísero y triste cautivo
que por ti sufre tanto y tan amargo desvelo,
que antes muerto preferiría verse que vivo
si por furtiva lágrima se ve empañada
tu divina beldad por tus ojos derramada.
Canciones de amor.
- Autor: Julio Noel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2019 a las 06:09
- Categoría: Amor
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Anton C. Faya, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Muy bello poema, Julio.
Un abrazo.
Gracias, amigo.
Un abrazo muy fuerte.
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