Te dije adiós,
pasado irreverente
y de lascivia.
Allí quedaste
cargado con el lodo
y las miserias.
No negaré
la condición humana
y mis flaquezas.
Pero la vida
es mucho más que esto:
¡es poesía!
Y en los poemas,
con vida y con sentido,
no vale todo.
Hay ciertas reglas
que debo contemplar
y respetar.
Hay mariposas
que vuelan y saludan
a nuestros ojos.
Hay una Luz
que nace y que ilumina
los corazones.
Y para ti,
poeta de la vida,
es suficiente.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/07/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 13 de agosto de 2019 a las 05:58
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 28
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