De tu casa a la mía sólo dos
cuadras había, yo te envitaba y tú
como buscabas escusas o te hacías
la desentendida, como sufría por
tú ausencia, ahora la pena es
alegría, vienes a mí a que te ame, es
tarde porque tengo una que tan
sólo le digo: estoy un poco enfermo!,
acude sea en la noche o en el día, sin
escusas como tú lo hacías, no seas
necia que no supistes valorar mi
amor sincero, ahora sufre las
consecuencias, y dices que yo
soy el culpable de tu melancolía.
- Autor: CIGARRITO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2019 a las 06:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Siempreviva
Comentarios1
Se le han dado vuelta las cosas a esa mujer y me parece que bien merecido lo tiene!!
Me encantó tu poema, Mauro!
Un fuerte abrazo!!!
Jorge solo se que no ahí que rogar un amor rogando no se lo hace con gusto entre los dos un placer y honor tener su comentario y por pasar en mis letras saludo y abrazo de amistad para ti
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