No está hecho el mundo
para canciones. Tampoco
para loas incuestionables.
Pero uno, espera algo,
casi invisible. Poco a poco,
ese algo, se transforma
en ruindad, en secretismo,
en humillación; quizás
en estupro, en latrocinio.
Y no es que venzan las ansias
de aquel que soñó por momentos,
cuyos párpados permanecen
abiertos y anhelantes, no.
Se trata más bien, de algo
que se resquebraja, que
palidece, como la piedra
brillante que en la mano
cerrada, oscurece.
©
Comentarios2
En parte es cierto Ben... Pero no hay que dejar de procurar...
Abrazo !!!
Un saludo, gracias Anton-.
El mundo no está para canciones
ni para piedras o brillantes
más para loas anhelantes
que parpadean como ladrones...
••La vida sigue igual, como dijera
Julito! Buen poema Ben,
inspirante, reflexionante: Brillante!
Abrazo!
-ramiro
Muchas gracias Ramiro, o pajarillo, un saludo!!
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