OPUGNACIÓN

Satán vs. Dios. Fotografía tomada de la red.

 

(soneto inglés)

El ajedrez, de esencia intelectual,
sugiere lucha física también:
las negras, como símbolo del mal,
contienden con las blancas, contra el bien.

En esa guerra lúdica entre dos,
el fin es la derrota del contrario.
No siempre en el tablero gana Dios;
sucumbe frente al mítico Adversario*.

De modo alternativo somos luz
y obscuridad en belicoso plan**,
y si en combate ahora vence Ormuz,
mañana exclama “¡Víctor!” Ahrimán. 

Así, por un principio de inversión,
nos vemos en constante opugnación.

 

 

* Adversario como nombre propio, ya que el hebreo satán y el griego satanás (ambos usados como nombre propio) significan 'resistidor', 'adversario'. Filosóficamente, no sería justo que “el Bien” (las blancas) y “el Mal” (las negras) fuesen fuerzas desiguales hasta en el nombre (uno con mayúscula inicial y el otro con minúscula).

** Plan. m. Actitud.