Es tosca, arrogante, infantil y también muy egoísta,
vemos en paraísos los destellos de una luz muy resabiada o también el capullo negro de los flores, entre tanta belleza y radiante gentileza, podemos observar el asunto o la situación más podrida del mundo, del alma o de aquella insignificante cosa que sin falta de personificación, tiene una imperfección. Ahora juzgo a los humanos ¿Qué bueno tiene el atardecer cuando va a empezar a llover? ¿Qué parte bonita tiene una lesión en el tendón? O quizás la parte más bonita cuando ella te rechazó, no se exije una humanidad positivista ni que vea el mensaje que sin poderlo observar, se puede comprender.
- Autor: Alan Montoya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2019 a las 19:23
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 26
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