El aire puro de encanto demuestra,
paz dorada en eterno paraíso,
divino canto de ave en tierra nuestra
nos lleva alegría y un nuevo aviso.
Ven rizos de oro en esbelta mujer,
silueta de ninfa en la selva posa,
delicada la alondra y sin volver,
destila su brillo junto a la rosa.
Floresta de amor en su suelo de áureo
el alba aleja el amargo suspiro,
maravillas de adorno bello láureo,
respirando sonrisas de zafiro.
Aquel cántico de esa golondrina,
que libre compone el ritmo vivido,
princesa que ríe y su hada madrina,
quitan la sombra y se ve en la colina,
paz reflejada y el sueño cumplido.
- Autor: Harley Ezel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2019 a las 14:23
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 25
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