Parábola

Joseponce1978

Estaban hechos el uno para el otro. Se conocieron siendo adolescentes y después de unos años de noviazgo, contrajeron matrimonio y, a base de mucho esfuerzo y sacrificio, consiguieron crear un hogar cimentado sobre el amor y la confianza.

Cierto día, él salió de trabajar antes de tiempo y se fue corriendo a casa para darle a su amada una grata sorpresa. Iba con la idea de proponerle salir a cenar juntos, pero su viejo coche se rompió en el camino y sus planes se vieron truncados. Aún así llegó antes de lo habitual. Ella estaba recostada en el sofá mirando atentamente su teléfono móvil y como no lo oyó llegar, cuando él la saludo, escondió el teléfono debajo de un cojín con un movimiento brusco. Receloso, le preguntó qué trataba de ocultarle, y ella le contestó con una evasiva poco convincente, asegurando que un poco más adelante se lo contaría. Él no quiso insistir, medroso de evidenciar su desconfianza. Hasta entonces habría puesto la mano en el fuego por la lealtad de su esposa, pero ese gesto supuso un punto de inflexión en el que comenzaron a surgirle las dudas. En consecuencia, decidió contratar a un detective privado para espiarla y de este modo poder descartar una posible infidelidad.

Durante 2 meses, el detective se convirtió en la sombra de ella, siguiéndole los pasos cuando salía o haciendo guardia en la puerta de la casa para anotar quien entraba, pero todos los informes sobre un hipotético engaño dieron un resultado negativo.

Los servicios del detective supusieron un gran desembolso económico y los ahorros de toda una vida sufrieron una merma considerable. Ella se percató de esta circunstancia en una de sus visitas al banco y al interrogar por ello a su esposo, éste le contestó que se había gastado el dinero en reparaciones del coche. A ella esta explicación no le satisfizo, pues hasta entonces había existido una total transparencia en la economía de pareja y las facturas del taller mecánico no aparecían por ningún lado, por lo que también pensó que su marido tenía una relación extramatrimonial, y asimismo decidió contratar a otro detective y como solo había uno en toda la ciudad, contrató al mismo que la había espiado a ella. Por ética profesional, el detective no le reveló que su marido también lo había contratado para espiarla a ella, pero al ser conocido por él, evidentemente tendría que hacer sus seguimientos sin dejarse ver.

También obtuvo ella informes negativos sobre una posible infidelidad, pero la cuenta corriente terminó en números rojos.

Llegó el cumpleaños de él y ella le dijo:

-Cariño, ¿te acuerdas aquel día que me preguntasté por qué había escondido el teléfono? Pues estaba mirando una página de coches para comprarte uno el día de tu cumpleaños. Quería darte una sorpresa pero ya no puede ser, pues nos hemos quedado sin blanca.-Y en ese momento vieron pasar por delante de ellos al detective conduciendo su flamante coche.

  • Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de agosto de 2019 a las 23:49
  • Categoría: Perdón
  • Lecturas: 21
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