El caballero de la noche

(Cestrum nocturnum)

Cigarras en enero un repertorio
lúgubre el campo, negro es el manto
los insectos a la fiesta y mientras tanto
él, vasallo de la noche siempre piensa:
del reflejo de la charca tomarlas, imposibles las estrellas
que en la mar inmensa y profunda de la noche dejarán
toda su belleza, con cada destello una flor blanca sella,
espera y piensa: con cada parpadeo ellas bajar pudieran.

Tras el dulce aroma el arbusto enraizado
en el suelo inclinado, su delirio, su flor ha dado,
en cada exhalación un suave clamor alado
por sus ninfas que la oscura silenciosa le ha robado.