Fue mi abuelo picador
allá arriba en la montaña
y arrancó negro carbón
con su pico y con su pala.
En su cara quedan huellas
de un esfuerzo denodado
que las entrañas del suelo
con el tiempo había dejado.
La enfermedad del carbón
le retiró a su cabaña
donde enfundado en su boina
observa, como la vida se apaga.
Sentado en un viejo escaño
el me contaba secuencias
de la mina, de la guerra
las que fueron sus vivencias
Reclinando su cabeza
se va quedando dormido
en sus manos temblorosas
se consume un cigarrillo.
J. Piñeiro
- Autor: Classman (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de agosto de 2019 a las 02:00
- Categoría: Familia
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Aqua Marina, alicia perez hernandez
Comentarios1
Interesante pero dura historia la de tu querido y recordado, en estos versos, abuelo!!
Era muy dura la vida en aquellos tiempos y por lo que cuentas ha vivido en la época de la segunda guerra mundial y quizás hasta haya tenido que participar o pasar -seguramente- por sus duras contingencias!!
Muy buenas letras, amigo!!
Un fuerte abrazo!!!
Gracias Jorge por tu comentario, efectivamente esa vida no se la deseo a nadie, después de la guerra civil, acabar trabajando en la mina, añadiendo a ello cultivar la tierra y atender el ganado.
Si eso es vida, que venga Dios y lo vea. Un fuerte abrazo amigo
Oh! Importante dato se me escapó, no tuve en cuenta la guerra civil española!
Era más lógico pensarlo por ese lado pero en la rapidez de los comentarios omití tremendo detalle!
Un abrazo!!!
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