La eternidad queda cual concepto efímero en la perdición de tu mirada
Buceo entre las galaxias de tus pupilas, estrellándome en el azul de tus cielos
Surco el barranco del infinito, esperanzado de algún día conseguir entrada
Y sin pesar de tu maldición, que recaigan sobre mí, el peso de tus infiernos.
Afrodita, atónita, arde en su propia envidia ante el paso de tus caderas
mientras que cielo y el infierno se disputan tu procedencia
no por buscar culpable de tu existencia ,
sino, por reclamar tan preciosa y perfecta pieza, hecha, de única manera.
Caronte abandonaría su labor por el lujo de subirte a su barco,
llevándote a pasear, por el sin fin de lo impensado.
Yo por mi parte espero añorante al borde de aquel lago
te des vuelta, y me mires sin querer, como se mira a un extraño.
Querubines y serafines rozan su perdición al enterarse que tú, estas cerca
El sabor del pecado que habita en tus labios, ni los mismos eternos se atreven a besarlos;
Inalcanzables, sin precedentes de algún mortal sobreviviendo a su impacto,
Ansia de miles, sueño de cientos, objetivo de algunos, ideal mío.
Dios se asombra de mis más profundas y sinceras peticiones por tu amor
el diablo me niega el pacto por miedo que le robe su oportunidad, a tu eterno esplendor
yo aún busco la forma de ganar ese domingo en tu colchón
con tu cabeza en mi pecho, de corazón a corazón.
Javier A. Giraud Marsiglia.
23/08/2019.
- Autor: Javi A. Giraud Marsiglia.- (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de agosto de 2019 a las 17:56
- Categoría: Amor
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Limoneyes, Shaddo, Desafio
Comentarios1
arde en su propia envidia ante el paso de tus caderas
mientras que cielo y el infierno se disputan tu procedencia..
buenos versos, Buena inspiración
Bienvenido a compartir
Muchisimas gracias!
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