Leteo ll
La sombra que vive y danza.
Sólo mientras la luz le perfora la espalda.
Todos los verdes, azules y rosas se van por el agujero negro.
Exhalación divina, colmada de hastío y de carnoso vaho.
Un hilo finamente hilado por Cloto ¡Plateado y hermoso!
Un viaje de sábado por la tarde.
Un ritmo segundero, frenéticamente alterado.
Pulsaciones incandescentes.
Ecos que se vienen apagando desde mucho antes.
Es cuando la onda toca y rompe el cristal.
Es cuando el tiempo casi no pasa y el polvo se eleva simulando un microcosmos.
Estamos todos en una esquina iluminada.
Estamos en el arrullo de la hoja que imita al caer el vaivén del viento.
La paradoja rebosante, gigante…
Se enrosca la serpiente verde hasta que se ahorca sola.
Al final… esta sólo la magia, que no tiene trucos.
El único espanto es que la muerte, cristalina y resplandeciente…se nos mete por los ojos.
Los bendecidos, exhalamos…
Se apaga lo primero, lo segundo y de apoco… todo.
Un trueno, un rayo, el principio del miedo, la parte más rica de un orgasmo…el suspiro del titán original…
Una gota que tarda en caer, con los dientes destrozados tras aferrarse…
Cae la pobre ya sin saber todo y lista para perderse.
Dentro de un lento y blanco río.
La fuente de donde todo emana y a donde todo vuelve.
Es el padre de Dios, el diablo y la muerte.
Es el nombre verdadero de la luz…
Y es él…olvido.
- Autor: Pepe Golpe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2019 a las 23:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago Esquivel
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