Anduve por aquí... ya me voy por donde he venido.
Me salí de la tapera
justito antes que cayera.
Si cuando uno anda de mala
no le sale ni una bala.
Ensillé a mi “Malparido”,
caballo tan desabrido
que me muerde de la nada
o me ligo una patada.
Pero igualmente lo adoro,
es más fiel que un inodoro
que se aguanta lo que venga,
y me da, sí, pa' que tenga.
Nos fuimos al trotecito,
yo silbando muy bajito
para no enojar al flete,
¡Mañoso de la gran siete!
En el bar del turco Elía
me encontré con la María,
bondadosa esta mujer
siempre presta pal ‘querer.
Las copas iban llegando,
no sé ni cómo ni cuando
ni por qué a mí me pasa:
de pronto estábamo en casa.
Yo tengo varias mansiones
pa’ distintas ocasiones,
ninguna de rompe y raja,
toditas de adobe y paja.
La cuestión que esta señora
¿Marcharse? Ni ayer ni ahora,
se me pegó como abrojo
causándome un gran enojo.
Andaba yo en la desgracia
añorando a la Pancracia
que vive en mi pensamiento
como mi dulce tormento.
Y ahora con esta loca
pesada igual que una roca
que me sigue sin desmayo
como el porcino al zapallo.
Y para colmo del lío
encontró un poema mío,
creyendo que era para ella
se sintió sobre una estrella.
Así la pobre María
lo leía y releía
(un poquito trastornada)
de noche o de madrugada
“Te veo como dulce primavera,
aromando las sendas y las rosas
con el suave vaivén de tu pollera
que avienta coloridas mariposas” (1)
INTERVALO: está permitido deglutir (ingerir, comer, morfar) un bocadillo y/o beber una gaseosa, siempre y cuando las medidas antropométricas así lo permitan.
Al pueblo llegó un poeta
fachón, de muy buena jeta,
de elegantes poesías
mucho mejor que las mías.
Esta guacha lo miraba
y se limpiaba la baba.
Y se fue nomás con él,
nunca volvió por Esquel.
Después que se fue María
pensaba día tras día
vaya a saber… tantas cosas…
¿En mi panza hay mariposas?
Pensaba, desorientado,
en su aliento alcoholizado
en el hueco de su diente
y en su higiene deficiente .
El cielo es un negro manto
y en mi soledad yo canto
un tango mustio y sin gloria
como pa’ cerrar la historia.
“Qué cosas hermano,
que tiene la vida
desde aquella noche
la empecé a querer” (2)
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
(1)De mi poema “Soneto de Amor”.
(2) Del tango “Quien hubiera dicho” de Luis César Amadori y Rodolfo Pascual Sciammarella.
Lustración: Dibujo del artista argentino Florencio Molina Campos.
- Autor: benchy43 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de agosto de 2019 a las 00:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Texi, Ana Maria Germanas, Yajaira Vargas, Dulce, alicia perez hernandez
Comentarios4
JA;JA;JA...lo guardo !!
Y lo envio....conozco algunos depresivos...JAJAJA.-
Buenisimo,masque bueno !!
Gracias Ruben !
Un abrazo.
¡Muchas gracias, amiga!
Cariños.
Ruben.
Que genialidad Ruben este estilo de queda de maravilla,abrazo
Por lo menos me divierte. Gracias amiga por tu comentario.
Cariños.
Ruben.
Tus amores son complicados mi querido amigo.
Un abrazo
Y... es lo que hay. Gracias por tu comentario, amigo Boris.
Abrazos.
Ruben.
Un gusto volear a saludarte amigo benchy
bambam
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