promesa de paraíso

Fimer

promesa de paraíso

Derrumbase entre mercuriales lágrimas

Trazadas a plomo.

 

La invitación al éxtasis

acurruca las vísceras del destino.

verdes y rojas luces de neón

encienden un paisaje difuminado;

veranos en el litoral central,

viviendo en un álbum de fotos rotas.

 

La caída de notas en un piano.

La parsimonia de un canto imaginario

fundiéndose en el climax de un filme caótico.

La sepia parasita color a una torrentosa secuencia,

donde el dolor ingenuo se ahúma la cara.

 

La impresión de haber vivido

un recuerdo que se tiñe al infinito,

recurrentemente diferente;

Penetra en manchones vívidos paisajes,

la piel se quema de negra humedad.

Pingüinos de un lejano estrecho

 visten galantes a encontrarse,

se graznan epitafios inflando el pecho;

regurgitan instantes de la gran crónica.

 

Camino de blanco y de negro,

Desnudo y fosforescente,

Alienígena.

perdido entre martes y jueves

llamando canarios escamosos,

alimentando jirafas de concreto.

Pisando clavos oxidados, vamos,

Culpando a la humedad por no darnos zapatos.

suelas ladeadas,

espaldas curvas,

pobreza calada,

puertas con picaporte,

una vida intimidante.

Es la promesa del paraíso.

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