Anécdota de Don Tomás

José Aceituno

Un doctor convalece al briago,
13 hijos procreados,
9 vivos,
y 4, con la muerte los ha perdido.

Don Tomás,
mareado por la caña,
después de una pachanga de fin de semana,
sube la montaña añorando su morada,
antes, en la Vega,
lo encuentra la mujer de su borrachera.

Doncella de lujosas alhajas,
¡Es el diablo disfrazado de dama!
ávido de un alma perdida lo ha querido enamorar,
seduciéndolo como lo hacen las que venden caricias en el bar.

Pero con carisma de un vivaz,
la ha sabido rechazar,
ha defendido a cinchazos su peregrinar.
ahuyentándola con amenazas de azotarla sin piedad

Don Tomás,
enfrentó con valentía al mal,
con ganas de caer en el deseo carnal,
no ha hecho caso, desea llegar a su hogar.

Este encuentro mortal
es el preludio de su enfermedad.

Un zigzag sombreado de pinos hasta el cielo,
observa con empeño,
como un sucio jornalero
orina su dinero,
y sus pies similar a un trailer con remolque,
tambaleándose van al filo del monte.

Por fin, San Antonio la Pinada Arriba,
el borracho logró la osadía,
de llegar a su humilde comunidad,
donde se cultiva el café con frijol todos los días.

La primaria recibe a Tomás,
el maestrito es el primero en escuchar
como a desistido de la mujer bonita,
que lo intentó embobar.

Es ahí donde Tomás,
empieza a relatar:

El doctor me regañó,
porque preñe otra vez a mi mujer,
que ya no debo traer al mundo,
criaturas a mal comer.

Le contesté:
multiplicaos y procrearnos,
es lo que dios me enmendó,
y eso es lo que hago yo.

El doctor insistió:
Tente lastima Tomás,
no puedes sostener a más,
usa el condón
cuando tengas relación.

Exclamé:
¡Donde va creer usted doctor!
Ese hule, ni lo mande dios.
¿A poco es lo mismo chupar una paleta con todo y nailo?
¡Por supuesto que no!
Es más rico cuerito con cuerito,
y así lo seguiré haciendo,
hasta que ya no pueda yo.


Viernes 30/Agosto/2019.

 

  • Autor: Gibran (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de septiembre de 2019 a las 15:28
  • Comentario del autor sobre el poema: Con mucho respeto, aquel hombre jornalero de nombre Tomás, que con charlas y anécdotas amenizaba mi estancia en San Antonio La Pinada arriba, pueblecito inmerso en la sierra madre de Chiapas, lugar que me viera estrenarme como maestro.
  • Categoría: Humor
  • Lecturas: 44
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