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Existe una mujer.
Un ser que, día a día,
arranca una nota nueva
en mis pianos de seda.
Su alma enamorada
es brisa virginal
que arrulla los maizales.
Esa mujer, mi amada,
es flor de oro
en mi árbol de poeta,
un vals perfumado,
sollozo de glicinas.
Su boca es una pera
que se hace jugo
en mis besos.
Todas las mañanas la veo,
custodiando las puertas
del palacio del sol.
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Autor:
Heliconidas (
Offline) - Publicado: 2 de septiembre de 2019 a las 01:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 165
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, kavanarudén
Offline)
Comentarios2
VERSOS CUSTODIADOS POR SU BELLEZA. SALUDOS POETA
Muchas gracias, Alicia, por el bello despliegue de tu palabra y tu elogio. Un saludo sin tiempo ni distancia.
PRECIOSO
Versos cargados de amor, de noble sentimiento
La personas amada es todo en nuestra vida.
Un placer leerlo poeta.
Un fuerte abrazo
Kavi
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