Aquella tarde de julio,
tu voz tus ojos,
supe que eras la mujer que yo soñaba.
Qué fácil fue amarnos,
la felicidad fue nuestra,
pero el destino es el principio,
todo te lo da, todo te lo quita.
Amar y ser amado,
permanece en nuestras almas,
ahora tú en el cielo,
y yo recordando aquella tarde de julio.
¿Sabes? Tú fuiste el rosal,
y yo cogí la rosa que llevo en el alma.
- Autor: manuel ayuste valero ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2019 a las 14:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
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