UN INTENTO POR DESCRIBIR LA INFANCIA. (En Proceso)

José Mario Calero Vizcaino

Ser niño es:

 

          Ser cómo una pluma,

que un pájaro ha perdido,

que se levanta en vuelo con el viento

y cambia de dirección conforme

se mueve el viento.

 

          Es caerse y levantarse

para volverse a caer;

es estallar en llanto cuando te lastimas

es sangre, moretón, explosión,

llanto y recuperación.

 

          Es absorber por medio

de los sentidos nuevos,

híper-perceptivos de la vida que pasa;

es estrenar un cuerpo humano nuevo,

en la mayoría de los casos sano,

con pocas lesiones y que crece, día a día.

 

          Es soñar que todo es posible

emprender el vuelo o escalar muros,

y hasta caminar cabeza-abajo por los techos.

 

          Es un juego;

es ser pirata y navegar el mar abierto

en busca de tesoros y fantásticas aventuras;

es ser náufrago y encallar

en una isla desierta y aprender a sobrevivir.

 

          Es vivir en una híper-realidad,

en la que todo es posible.

 

          Es aprender algo nuevo cada día.

 

          Es escuchar cuentos fantásticos,

por las noches antes de ir a dormir.

 

          Es recibir

                   El alimento,

                   el cobijo,

                   la vestimenta y

                   la educación

de los padres y de tu

entorno familiar y social.

 

          Es embarcar en fantasías caleidoscópicas

y permitir el abstracto hasta formarse.

 

          Es diversión pura cuando llega el verano,

y tus padres te permiten jugar y explorar

con tus amigos en el exterior,

cuando el entorno es seguro.

 

          Es vivir con plenitud y sin límites,

o con los límites que te implantan

tus padres

o tu entorno familiar y social.

 

          Es ver caricaturas y dejar que

la realidad se estacione momentáneamente

en las ilusiones de los dibujos animados.

 

          Es aprender a:

                   cantar,

                   dibujar,

                   ejercitar algún deporte,

                   tocar algún instrumento musical

hasta formar habilidades

que perduran toda una vida.

 

          Es ser amante

de la naturaleza y de los animales,

y sufrir cuando se talan árboles

o hay un incendio forestal,

por la pérdida de hábitats y de flora y fauna.

 

La infancia es una oportunidad única,

en la que, en la mayoría de los casos,

el niño recibe el cobijo de su familia,

Y por medio de la educación,

la disciplina y la constancia,

la vida se encamina hacia

una adolescencia y adultez exitosa y productiva.

 

Ser niño es:

 

          Es ser barro en manos de un escultor.

 

          Es como ser agua,

que se adapta al molde que te sostiene.

 

Los cuerpos y las almas de los niños son nuevos,

sus sentidos son más

          ávidos,

          perceptivos,

          fuertes y

          vivos

que los de un adulto;

por ende todas las sensaciones que perciben son más fuertes:

          su vista,

          los olores,

          los sabores,

          las sensaciones,

todo lo perciben con más avidez.

 

Ser niño es:

 

          Es escalar un árbol

y encontrar un nido incompleto,

para bajarlo e intentar acabarlo

para apoyar a los pájaros que lo construyeron;

y después volver a escalar el árbol,

y colocar el nido en su lugar de origen.

 

          Es ser rico con unas cuantas monedas

 

          Es ser feliz

comiendo un helado cuando hace calor.

 

          Es estar indefenso ante la vida,

sin el propio cuidado de un adulto.

 

          Es sentir super-admiración

y adoración,

por los adultos que amas,

empezando por tus padres.

 

Los niños tienen la fortaleza

          Corporal,

          Espiritual y

          mental

para vencer sus batallas.

 

A los niños les gusta explorar los límites,

con una curiosidad insaciable.

 

Los niños normalmente reaccionan con amor,

y pocas veces con crueldad.

 

Ser niño es:

 

          Es aprender

                   a caminar,

                   a andar en bicicleta,

                   a cantar,

                   a bailar.

 

          Es recibir un trato aparte

desde los adultos;

los adultos siempre bajan la guardia

cuando se comunican con un niño.

 

          Es tener horas de entretenimiento

con un globo

inflado con helio o con aire.

 

          Es aplicar

el poder de tu imaginación,

para emprender y resolver

los contratiempos a los que te enfrentas.

 

          Es aprender,

a base de prueba y error.

 

A los niños les gusta estar y jugar

con otros niños.

 

          Es estar siempre

                   sudando o

                   rasguñado de alguna parte,

                   o estar herido.

 

          Es quemar constantemente

energías con actividad física.

 

          Es

                   bailar,

                   correr,

                   deslizarse

                   escalar,

                   esconderse,

                   nadar,

                   saltar,

                   y demás…

 

Las expresiones corporales de un niño

son más ávidas y fuertes

que las de un adulto;

como cuando comienzan algo nuevo

que los estimula

y su mente y su expresión corporal y facial

se excitan.

 

¡Es hermoso ver y sentir a un niño feliz!

 

          Es aplicar el ciento diez por ciento

de tus habilidades,

para realizar una actividad,

cuando están bien dirigidos o encaminados.

 

 

 

 

  • Autor: Orelac - el Arquitecto Verde (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de septiembre de 2019 a las 14:20
  • Comentario del autor sobre el poema: Escribo esta reflexión, conforme a mis vivencias y tercer encuentro con la infancia, como hermano y ahora como padre.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 21
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