¿Eres tú, oh bendita aparición,
la montaraz y esquiva cervatilla
que del frondoso bosque en la orilla
huyó de mí como una exhalación?
Tu beldad cautivó mi corazón,
pues aun más que los rayos del sol brilla;
un célico astro eres tú sin mancilla,
divino dechado de perfección.
No me cansaría de ver tu belleza
si te dignaras quedarte a mi lado
para vivir siempre juntos los dos,
pero desapareces con presteza
cuando aún no he llegado a tu costado
sin dedicarme siquiera un adiós.
Canciones de amor.
- Autor: Julio Noel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2019 a las 06:16
- Categoría: Amor
- Lecturas: 64
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