En el abanico de tus sentimientos,
anido mi vida.
En el ritmo de tus caderas,
bailo hasta el amanecer.
En la agilidad de tus manos,
venero tu profesión.
En la amplitud de tu corazón,
centro mi destino.
En la aurora de nuestro matrimonio,
cimiento nuestro porvenir.
En la avidez de tus proyectos,
aúno los míos.
En la contabilidad de tus orgasmos,
concentro mi alma.
En la determinación de tu disciplina,
anclo mis debilidades.
En la diversidad de tus ilusiones,
libero mis fantasías.
En la fecundidad de tu matriz,
habitó nuestra hija.
En la fineza de tus sentidos,
recreo tu crítica.
En la plenitud de tu sexo,
penetro mis placeres.
En la potencia de tu fuerza,
engrano mis ilusiones.
En la seguridad de tus pasos,
deposito mi tranquilidad.
En la semblanza de tu presente,
concilio mi tiempo.
En las telarañas de tu pasado,
encuentro tu personalidad.
En las venas de tu destino,
entrelazo las mías.
- Autor: Orelac - el Arquitecto Verde (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2019 a las 05:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Eduardo, kavanarudén
Comentarios2
Imperdonable
Delicado y hermoso.
La persona amada es todo para nosotros. En ella nos perdemos y encontramos a la vez. Su vida es nuestra vida. Su porvenir el nuestro.
Un placer leerte
De mi parte un fuerte abrazo
Kavi
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