En el tronco del árbol que se empina a las alturas, cuan peldaño concluyente de la frágil escalera con la que se sube al cielo, un demente se adecua reposando su locura debajo de aquella sombra que le ofrecieron las pencas… cobijándolo del sol.
Dormía, a más no poder; con sus ojazos abiertos, como si nunca en su vida haya unido sus pestañas, para que nadie dijera que se encontraba rendido u ocultando su manía en el tallo milagroso que al cielo subía y subía llevando, entre su follaje, agua, sombra y alimento.
Dormido plácidamente, con sus ojazos abiertos, del árbol cayó en su frente como maná inesperado un coco que divisaba sin que su mente fijara… golpeándolo con vigor, haciendo de su demencia un endiablado estallido sin que nadie lo contenga.
La gente sólo miraba, preparándose a la huida, sin emitir ni un sonido que lo hiciera distraer del furor visto en sus ojos con el coco al caer…gritándole, afanoso, tú me has traído recuerdos que ya estaban olvidados: mi estomago y mi garganta estaban de vacacione pero raudos regresaron.
Ahora, sin ningún remordimiento porque me hayas golpeado, le daré la bienvenida a mis armonios olvidados con el agua y alimento que, al caer, me has regalado…abriéndome los caminos que yo mantuve cerrados.
PABEDIZ
- Autor: pabediz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2010 a las 00:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 182
Comentarios4
hermanito, lindas y bellas lineas de tu poema..
yo....
quiero nacer en el amor, en la esperanza en la fé..
lindo mi querido hermano y poeta!!!
mis sinceros cariños...
kalita
Muy lindo canto al coco que su deliciosa comida y agua fortalecen la salud y dan alegria de jubentud
Con cariño Linda
MUY BUEN POEMA ,ES UN TEMA DE REFLEXION, GRACIAS POR TRAERLO...ABRACITOS.
Muy buenos versos querido Pablito, un abrazo en la distancia amigo.
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