Tu alma henchida
amenaza con rasgar
la madrugada,
un aluvión de primaveras
te precede musicando
tenues melodías.
El mar petrificado
espera tu aliento
para ser de nuevo ola,
sobrio arco iris
que una la poesía
con tu eternidad.
Dios-hombre, Dios-niño,
inmanencia perpetua
será tu palabra
como tú querías,
alma errante,
peregrina fiel
de la belleza inasible.
- Autor: Gerardo Guaza ( Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2019 a las 08:19
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 22
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