Me he visto desaparecer mil veces en tu memoria, como fiel cristiano, resucito cuando amo, resucito cuando creo.
Hace mucho pensé que esto sucedía porque te costaba recordar.
Hoy en día al escuchar, a Gordon Bower decir que la memoria es un pedestal y que nosotros o en su defecto nuestras emociones, son quienes deciden que guardamos o no, empiezo reflexionar y a creer que no es que te cueste recordar, solo que olvidar se te hace más fácil o más placentero.
No me importaría que olvidaras mi nombre, el color de mis ojos o los poemas que te he escrito, pero sí hay algo que me duele, cuando pienso en tu memoria, memoria selectiva, porque parece como si en mí, no hubiera nada bueno que mereciera ser recordado.
Tú, por alguna razón que no entiendo, me condenaste al olvido, a tu gran olvido y decidiste que mi vida, la cual he puesto a tu disposición, no fuera parte de la tuya, quizás por falta de importancia o mérito relevante.
Quisiera luchar, luchar y desafiarte, escribir para demostrarte, que aunque vos no me recuerdes, éste amor no se me olvida.
- Autor: Ricardo Ventura (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de septiembre de 2019 a las 21:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
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