Destacan, entre los aniversarios,
por ser especialmente relevantes,
los clásicos de plata, oro y brillantes
y hueso, en caso de los centenarios.
Cumplir cuartos de siglo es impactante,
parece, de repente, uno más viejo,
se acusa la celeridad del tiempo,
que fluye inexorable hacia adelante.
Precisamente este año, azar mediante,
podría celebrar mis bodas de oro,
de no haber sido porque el deterioro
rompió el enlace aquel bastante antes,
tan pronto que, también en este año,
de aquel triste final, si tengo suerte
y un plazo adicional me da la muerte,
por ser, celebraré el cincuentenario.
Tal vez el nacimiento de brillantes
celebre en este año que transcurre,
si a Tánatos, letal, no se le ocurre
el hilo de mi vida escindir antes.
Motivo debe ser de complacencia
y gozo, incluso, el magno aniversario;
malo es no celebrar, por el contrario,
por falta de la vida o la consciencia.
¡Albricias! gritaré, llegado el caso,
y puede que me tome un par de copas
e incluso me despoje de las ropas
-nací así- y “sigo aquí”, gritando acaso.
© Xabier Abando, 20/09/2019
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Autor:
Xabier Abando (
Offline) - Publicado: 21 de septiembre de 2019 a las 05:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Flor de otoño, María C.
Offline)
Comentarios3
...Felicidades...
Por los 50'
¡Quién los pillara! Serán 75 amigo mío.
😐😐😢😊😊😊
Tanta tristeza acumula el corazón del hombre.
Un abrazo mi amigo
Hay momentos y momentos. Un abrazo, amigo Toqui.
No importa ir haciendo años, lo que si importa es que se puedan cumplir los aniversarios...pero nunca sucede así, se rompen a diario y antes de tiempo, sin dejar que los jóvenes lleguen a ello.
Muchas gracias, María, por leerme y comentar.
Con placer Xabier entro.
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