A mis hermanas
No huyamos, la manada ha de permanecer unida,
más si alguno se alejara, sepa que los demás esperarán su regreso.
Que regocijo es verlas conmigo,
la unión y el amor serán la causa de nuestro progreso.
Que la paciencia sea nuestra trinchera,
y la constancia nuestra espada.
Que la discreción sea siempre camarada nuestra,
entonces verán como el alba nos acariciará cual mágica hada.
Si el furor de la rutina nos agobia,
que sea el interno candor quien se encargue de nuestras tareas.
La calma escasea en estos tiempos.
Será mejor no dejarnos caer en esas mareas.
Me gustan los desafíos,
me gusta caminar en equipo.
Siento la calidez de tan gratificante compañía,
porque a cada paso que doy, las percibo al lado mío.
Que no sea esto lo último en escribirse de nosotros,
que esta historia va por su prólogo,
y yo quiero ver su epílogo.
Que después alguien se encargue del colofón,
pues si eso se diera, nuestra tarea habremos cumplido.
- Autor: Cesar Busso ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2019 a las 08:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
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