Lo recuerdo como si fuera ayer, nos conocimos en
primavera, era una tarde de sol templado y
fino.
Intimamos sin grandes esfuerzos, la empatía hizo
acto de presencia, en unión de la sensatez y la
serenidad...Desde ese momento, fuiste para mi
enredadera.
Me regalaste el rosado de tus mejillas, y yo te
ofrecí la sal de mi salina.
Navegamos juntos sin bandera, por el mar de la
dicha y la espina...
Y siguiendo por nuestro camino, llegamos a la
conclusión, de hacer caso omiso a los comentarios
salidos de la boca torpe de la gente, para lograr
convertirnos en amor de un mismo puente.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 24 de septiembre de 2019 a las 03:44
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
Comentarios1
PRECIOSOS VERSOS
Muchas gracias Alicia
Un saludo
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