Pasan semanas de esta guerra interminable
en batallas diarias crueles y repetitivas
a las que me enfrento como un mercenario
ávido de botines tras cada contienda;
recorro áridas trincheras arenosas
inundadas y embarradas por riadas de rutinas,
apuntaladas con sueños en barbecho
e ilusiones reflejadas y distorsionadas;
siempre en silencio,
poco atento aunque vigilante.
Armas y estrategias para ganar batallas,
inútiles para una victoriosa paz.
Herido y amputado en cada batalla,
parcheado y remendado para la siguiente,
zurcido con hilos del color dulce y refrescante
de unos ojos cuidadosos en la distancia,
abro el botín añorado desde el alba
en el mejor instante imaginado posible.
El cofre observado hasta la saciedad
me hace vibrante señal, algún sonido quizá,
para empezar a derramar palabras
que resuenan en mis ilusionados ojos;
estallan en mi garganta risas dibujadas,
me empapan lágrimas representadas,
oigo canciones eco de la arrojadas como joyas.
Necesito cubrir el abierto tesoro
con flores robadas en prados imaginarios
Emociones fantaseadas y autoiluminadas.
Cofre poroso y lacrado con su creciente tesoro,
manantial de destellos, candil de sueños,
acompañante del innecesario no dormir
del combatiente decidido ante otra batalla,
del temeroso descubridor de un arca muda.
- Autor: Luis Torres Veloso ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2019 a las 08:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
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