Desnudaste la faz
incandescente de sus horas,
en aquellas bocas
de incoherencia desgastada...
por el labio ambivalente
de la tarde,
Aquellas amapolas
desbocadas de ternura,
que por sentado duermen
heridas y sin sustancia...
en la fontana declarada del deseo.
Comentarios2
amapolas desbocadas de ternura duermen heridas y sin sustancia...
Saludos poeta
Un poema sensual, mágico- con esa ''fontana'' que transmite lo agónico de la noche, su ritual rural y rudimentario-, y muy bien redactado. Me gustó mucho, Pani, un abrazo!
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