Las manos encallecidas.
El sudor baña sus frentes.
La recolección comienza.
Las hoces cortan las mieses.
El trillo trota en la parva...
va triturando entre dientes
la paja de la cosecha.
El fruto se desparrama y
separa sus simientes
el biérgo que aviénta al grano...
mientras el perro adormece
bajo la sombra del carro.
Al llegar la noche duermen en la era.
Hablan de sus cosas sobre raída manta
hasta que el cansancio les dice ¡ Ya basta ¡.
En unas jornadas el mes se termina.
Termina el trabajo.
Treinta panes trigueros,
cinco litros de aceite y
tres kilos de garbanzos
pagan el jornal de un hombre en el campo.
Tantas tierras...de tan poca gente
y tantas gentes...sin un puñado de tierra.
J.C.
- Autor: p6g5n ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2019 a las 08:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Texi, anbel
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