ENVIDIA

Cuando tus manos acarician el cigarro

Mis sueños se vuelven humo,

Para ir contigo a su destino

Desaparecida mente al instante.

Cuando mis manos ajenas a tu trabajo

Reprimen su viaje de llegada

Empuño  los deseos todos

En la tarde de mi pluma.

Violentando el sentimiento y sentir poético,

Reclamo el verso como la noche al rocío

Que ofrece tu presencia,

Que se esfuma en el humo de tu cigarrillo.

Envidio el cigarrillo en tus  manos

Que besa él diagnostico Freudiano,

Del amor oculto en tus  humos pensantes,

Que tiene por cómplice nocturno el pensamiento hecho cenizas.

Qué envidia siente la noche del rocío,

El cual no es el mismo que el de las estrellas y la luna

Qué pena tan grande, ver mi amor consumido por la envidia,

Cuando todos mis gestos se vuelvan humo en tu indiferencia.

Qué pena que mi mundo, se oscurezca en tus humos

No sea yo, en este cigarro el tuyo,

Y mis pensamientos su humo,

Que desespera por escribir la noche en una estrella fugaz.

Qué pena que el octubre, no vuelva más

Y que ahora vuelvas con esa pena

De no ser la luna que luce en lo alto del deseo,

Que se convierte tan solo en figuras de humo.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO