Ya suenan las campanitas,
nos anuncian las mañanas,
se despiertan los hogares
y caminan las beatas.
Esta escena que describo
es corriente y es diaria,
porque ha sido ya descrita
y por muchos bien contada,
pero llega el nuevo día
y repiten las cigarras,
ese canto que deslumbra
y despeja telarañas,
y se ven las chimeneas,
las aldeas con sus casas,
y las calles muy vacías
que comienzan la jornada...
Ya suena la mar, al fondo,
y navegan por la barra,
las traineras y los botes
a ganarse la soldada,
y los hombres de la aldea,
a la tierra con azada,
mientras otros con sus remos
van a pesca y a las playas,
esas calas tan fecundas
y con peces entre algas,
que les llaman día a día
y les muestras sus escamas,
son los panchos y lubinas,
salmonetes y julianas,
con algunos calamares
que se enredan en las cañas,
y este cuadro y esta escena
se ha quedado entre las almas,
como un lienzo misterioso
retenido de la infancia...
"...Ya suenan los ruiseñores
animando la alborada,
con sus cantos y sus trinos
para dejarnos su magian..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/09/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2019 a las 07:31
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Texi, Ma. Gloria Carreón Zapata., Yamila Valenzuela
Comentarios1
Un deleita la lectura de sus maravillosos versos. Buenos días! Un gusto visitar su espacio.
Gracias María Gloria.
Un saludo.
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