Ante la Luz vagante,
contemplo ¡Oh Dios! tu mano alegre,
que resplandece,
integrándose a mi muy firme...
Mientras mi tiempo revive
a la intemperie,
en la fertilidad de tu mano inacabable,
en el arco iris presente...
Deseo pedirte,
que mi poesía pueda hablarte,
al escribirte,
y de este modo escucharte...
Déjame que te encuentre,
cuando siga en este andar de caminante,
en el misterio de la noche,
y cuando me ruja la voz ausente...
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de octubre de 2019 a las 05:40
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: Luna y Poesía, CARMEN
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