Con cierta frecuencia, logras que la noche amanezca
sentada en la ventana de tus ojos...
Eso sucede por regla general, cuando el mar suspira
por ese aroma de levante, impregnado de azahar...
Somos muchos, los que somos conscientes, de que
tenemos el tiempo tasado, y que el vacío que se
instala en nuestro ser, tan solo es un espejismo, que
nos indica su deseo de escapar de la nada, que se
había acurrucado en nuestro interior más recóndito.
Del mismo modo, que el sol sale cada día con la
finalidad de proporcionarnos su calor, mi intención
no cesa en poder conocer un día, el lenguaje de
las inquietas ardillas...
Con esta solicitud, logré que emitieras una ligera
sonrisa,a pesar de apreciar como mostrabas una
mueca, mitad de placer y mitad de confusión, pero
entiendo que la mezcolanza estaba equilibrada.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 4 de octubre de 2019 a las 04:43
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
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