... Aquí estoy nuevamente frente al mar,
estoy en nuestra playa como la primera vez.
Las olas traen los recuerdos que partieron junto a ti,
la brisa ha golpeado nuestros rostros; anunciando la vejez,
las caracolas de colores tejieron un collar de perlas;
mientras la arena cubrió nuestro cuerpo.
Como hombres de barro volvimos a ella
Tendidos sobre la arena moribundos.
Abandonamos las olas y dejamos que la miel del mar
callera lentamente como notas que tejen un cantar;
cambiamos la crema solar por el aceite sensual.
Nos movimos como peces, mientras las voces de la playa
entre ecos se elevaban; ya que no es nada casual.
Las sirenas celosas se perdieron a lo lejos.
Declamando la más erótica poesía que cupido jamás escribió.
Bajo la luz del atardecer, tu piel color diamante;
invito a la pasión desbordada de deseos.
Los arrecifes cubrieron con algas nuestro idilio de amor,
vivimos una aventura, una experiencia una tentación
y con la desnudes del viento ardimos en calor.
Fuimos dos diamantes en la playa,
como delfines bailamos al compás de una tonada,
cubrimos los rostros con los besos para evitar al que soslaya,
ella con su dulce mirada; sin ser nada discreta
contoneaba la silueta y ya en el alborada
ocultamos a la musa y al poeta.
El reloj de arena;
marco la triste partida.
- Autor: Jessaim Malave (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2019 a las 17:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Ma. Gloria Carreón Zapata., Yamila Valenzuela
Comentarios1
Preciosos poemas.
Apapacho!
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