Fue entonces, cuando retozó el lamento procedente
de unas flores quebradas por el viento, la tierra, se
tiñó de azaleas, incluso el magnolio, quiso redimir la
solanera con sus graciosos y vistosos capullos de
nieve roja...
También los sauces, desprendieron una ligera
lluvia azucarada...
Las cigüeñas, desplegaron sus alas de luna,
sombreando los fértiles surcos, sembrados de mijo
y azafranes...
Los cuervos, decidieron huir dispersándose por
el espacio azul celeste.
Más tarde, llegaron los duendes del amor, engalanados
con unos collares confeccionados con campanillas
graciosas y ardientes.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2019 a las 04:09
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Pedro M. Ortiz, Texi, Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez, Alberto Escobar
Comentarios1
Lirismo bequeriano.
Soy de la misma tierra de Gustavo Adolfo
Un saludo cordial
Yo también.
Estupendo creo que siempre resulta agradable.
Un saludo cordial
He visto que en efecto naciste y sigues viviendo en esa maravillosa tierra nuestra, Yo resido en la actualidad en Tarragona.desde hace ya unos cuantos años.
Me alegra tener un paisano cerca.
Gracias. Un saludo cordial
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