No sé si sabes
que ayer detuve el paso
y paré el tiempo.
El sol, cansado,
durmió, en su camino,
por un instante.
Y los gorriones,
también se detuvieron,
tras de su vuelo.
Paré la vida,
quizás sin darme cuenta,
¡quería verte!
Querido cielo,
estabas tan hermoso,
allí, en tu tarde.
Todo de azul,
vestido inmaculado,
como tus ojos.
Y me miraste,
me viste pensativo,
y entristecido.
Era otro día,
después del cumpleaños,
un día más.
Y los gorriones
así lo comprendieron
y despertaron.
Igual que el cielo,
con besos de la brisa,
dio fin al sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/09/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2019 a las 15:20
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Ma. Gloria Carreón Zapata., alicia perez hernandez
Comentarios1
Bellos y reflexivos versos estimado autor, saludos.
Gracias María Gloria.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.