Mi querida yo

Me he perdido ante un camino de espinas

que me sugería que no continuara

He parado el tiempo con mi mejor codicia 

y ahora no siento absolutamente nada

Me encuentro reflejado en un océano desierto,

que me obligaba a perder todos mis sueños

He cantado una dulce sinfonía que se mostraba afónica

mientras mentía sobre los miedos que no me importaban

Me mantuve ahogado en un "no tengo nada que perder"

pero, sin embargo, lo perdí todo y ahora mírame

No soy la persona de antes ni tampoco la que quiero ser 

Mientras solo aparezco como un puñetero cliché