Recuerdo...

Recuerdo que dolía, verla caminar, verla sonreír, musitar un te amo en otro oido, tiritar en otros brazos durante la funesta e inmensa noche, con un sabor dulce que tu corazón compartía con otra estrella.

Añorando las sonrisas de aquella noche, y recordando el amargo desacuerdo que a veces compartimos, pensar en olvidar aquel crepúsculo que junto a mí esperaba la efímera promesa que tu nombre pronunció.

Cuando el silencio se apoderaba del mundo, mientras tus ojos y los míos aún brillaban por la noche, lo único que nos separaba era una ausente despedida, y el orgullo involuntario que tenía nuestros nombres.

Recordar tu adiós, junto con un amarga despedida, que por las oscuras  noches me arrepentía con voz temblorosa tu nombre repetía, tomando en cuenta que nunca volverías.

Recuerdo que dolía, verla caminar, verla sonreír, tomando la mano de otro y cargando una triste felicidad, verlos dolía, y sonreír aún más, alzar el brazo y decir su nombre es lo que más quería.

Camino recordando aquella  despedida que nunca llegó, camino recordando aquella despedía  que nunca existió, mientras se despedía y las fontanas de su rostro resplandecían, mientras su boca temblorosa repetía palabras de lejanía, no creía que todo había llegado a su fatídica despedida.

Voy recordando los lugares que nuestras sombras acaparaban, durante el cielo azul siento tu aliento tocar mi mejilla, recuerdo esos momentos donde las palabras eran efímeras y las miradas eran únicas.

Recuerdo que me prometiste que nunca me dejarías, también recuerdo que tus palabras eran puras mentiras, recuerdo que me dijiste que solo eran puras fantasías, y recuerdo que te dije que todas me las creía.