Tenía que encontrarte de algún modo,
Te fui siguiendo sin que te dieras cuenta,
Algunas veces tan cerca
Como la luna a las estrellas,
Y otras veces te cobije lejana
Como al sol de media noche.
Tenía que encontrarte,
Lo sabía,
Lo supe desde el día que nací en tus ojos,
Y te necesité desde entonces
Para susurrar mis latidos
En tus oidos.
Para resucitar de reojo
En tu mirada.
Te busqué por los años
Tratando de escribir
En el lienzo de tu alma
Los secretos de mi amor cautivo
Que nadie más lo supo
Salvo el viento, mis ojos.
Niña de mis sueños;
Volvamos al principio,
A la estación donde nació la nostalgia,
Donde los versos quedaron ocultos
Tras las noches de pétalos blancos,
En el silencio de la ternura de tu voz.
Como te encontré aquella noche,
Déjame llevarte por el balcón de los recuerdos,
Y allí,
Donde tú lo prefieras
Enfrentemos nuestros miedos
Mirándonos a los ojos,
Aunque tiriten en cosquilleo nuestras entrañas.
Y auque después de todo
Me quede con el alma humedecida,
Déjame amar la ternura de tu rostro
En las caricias de mis manos eternas;
Encantadora y dulce poesía,
Abracemos nuestros corazones
Como debimos hacerlo,
Aunque sea por detrás de nuestras sombras
Para que nadie más lo sepa,
Salvo el viento.
- Autor: Fraín Puma H. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2019 a las 08:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 56
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