A veces soy
quien siempre quise ser,
a veces no lo soy,
a veces no puedo serlo.
A veces soy
lo que he ido encontrando,
materiales raros,
disímiles,
me han ido conformando,
y soy una amalgama
de voces jóvenes
que gritan su vitalidad,
y otras menos altas,
que me dictan sus sentencias
con pausas,
midiendo el largo
de las oraciones.
A veces,
mis pies quieren volar
pegados a la tierra,
pero el cuerpo
se revela a tanta libertad,
y pide calma
para analizar el trazo
y altura del camino.
A veces,
miro al espejo
y ahí están mis antepasados
y los años,
unos en otros,
superpuestos
en una sucesión
que viaja en todas direcciones,
convirtiendo mi rostro,
en un lienzo de miradas.
A veces,
el verde de una rama
me recuerda mi país,
y se detiene el tiempo,
para irse en retroceso
hasta donde la piel se me tostaba
con amores infinitos,
donde el pelo era muy negro
y los pasos muy largos.
A veces soy simplemente yo,
otras veces me desdoblo
en parte y antiparte,
dos mitades de lo mismo,
con ambas manos
sosteniendo la materia,
con ambos polos de mí mundo
redoblando en la conciencia.
A veces soy de carne
más que de hueso,
y escucho rodar la sangre,
río abajo,
viento arriba,
escarbando,
llegando con su oxígeno
a reivindicar cada célula
que duerme,
a pedirles que salgan
donde el viaje todavía brilla,
donde se suda y se combate.
Eduardo A Bello Martínez
Copyright - 2019
- Autor: A. Martinez ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2019 a las 11:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
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