Oscar Perdomo Marín
TRANSEUNTE
Escucho los goznes desbandados a mi puerta,
alguien convoca los profundos silencios
y no atisbo una brizna de agua
en el cauce de un río ausente hace mil años.
Se fueron los turpiales y el búho ya no asusta
las sutiles oleadas de los fuegos fatuos
de fósiles luciérnagas.
Una huella camina entre arenas y estiércol
y bandadas de cebras navegan,
sabaneando de noche, mientras viajas dormida
¡Oh, mi inquietud! las mil preguntas
que me hago aún sobre la vida
de una niña siamés sin su pareja.
Caminan los mutilados del tiempo en las estepas.
La vida continúa persiguiendo a la muerte
y la muerte a la vida,
desde la larga noche de la cueva
donde nació el amor que parió al hombre amante,
a la mujer amante, antes de los idiomas
y la intrusa razón que nos hizo crecer
y conocer el miedo
y sentir el inmenso placer
de un instante supremo,
que alimenta una canción de cuna
y alista los cañones en la guerra.
¡Oh Humanidad, creciendo sobre un charco de sangre!
Duerme Nerón y Hitler se despierta
en la sátrapa continuidad de la molicie
que acompaña a los hombres
en eternos aquelarres de adoración al mito.
Hay un altar de pavesas y un purulento deseo
de cambiar los colores de las cosas
y que de azul, la tierra se transforme
en una bola oscura.
Cuando llegue el fin de todo, yo no estaré.
Cuando arribe mi fin, no lo sabré.
La nuestra, es la eterna sorpresa
que escribimos todos los días en el códice
atemporal de los des tiempos.
Hay una exposición de incertidumbre
en las antípodas de mi galaxia.
Soy parte de una masa interminable
de puntitos en el cuerpo de ácaros gigantes.
¡Oh, mi pequeñez que sueña con ser grande!
Añoro el tiempo del corto pantalón de mi niñez
y ahora quiero jugar al volantín
con la criatura azul de ojitos tristes.
Pudo haber sido roja o verde la pequeña caricia
de inconclusos anhelos en busca de memoria.
Olvidé mi niñez de mil centurias,
soy un vetusto anciano sin edad en el viaje
y volveré a nacer sin recordar
que soy el transeúnte de mis propios sueños.
Derechos reservados
20 de octubre de 2019
- Autor: oscar perdomo marin ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2019 a las 11:48
- Comentario del autor sobre el poema: Es un viaje a la selva interior y desde allí, atisbar la incertidumbre, certezas de nuestro tiempo y asomar tambien al pozo de la angustia existencial que nos provoca el insondable universo, preñado de interrogantes, sutilezas y furtivos presentimientos.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
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