Me encuentro perdida entre penumbra
pero veo una luz al fondo de tus ojos
como un bosque de octubre incendiado
que se enreda en mi mente de tiniebla.
Camino hacia ti como una equilibrista
porque no me importaría caerme de tu mano
rozando la cuerda descalza.
No me importaría besarte cada herida,
jugando con el fuego como un fénix
que no teme resurgir de sus cenizas.
Caen las prendas sobre el mar de otoño
y me deslizo por tus sábanas dormidas
como una sirena entre la espuma de las rocas
cantando mantras para seducir
a su joven náufrago.
Abrazas mis cicatrices,
y nunca me había sentido tan desnuda
como cuando tu mirada me encuentra
sedienta de ti y de tu sombra.
Nunca me había sentido tan en casa
como en tu pecho de seda y de refugio.
Y después de la tormenta eléctrica
yacemos bajo un cielo quebrado a oscuras
compartiendo una sola respiración
abrazados por el humo y por la tenue luna.
- Autor: Wavesdarkness (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2019 a las 18:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, alicia perez hernandez, Diego Invierno, El otro yo
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