“Surca el viento, fiel . . . con tiento.”
De henequén, bien reforzadas,
dos sogas son amarradas
a rama fuerte, uniforme,
de una jacaranda enorme.
Tal brazo les da de abrazos
a ese par de recios lazos,
como eje fijo les sirve,
la escena es irresistible.
Ya que, a lianas adherido
un asiento suspendido
se muestra absorto, admirado,
aunque, en principio, calmado.
Tranquilo, sin tener prisa,
confía en que llegue la brisa,
anhela el aliento humano
vigoroso, franco, sano.
Aguarda el momento justo
de moverse, darse gusto,
espera iniciar el viaje
consciente de su linaje.
Desea que alguien lo aborde,
que lo impulse, empuje, acorde,
hecho lo cual, muy gracioso,
proyectándose precioso.
El columpio presto, sube,
baja, asciende hasta una nube,
desciende, se eleva al viento,
surca altivo, así, con tiento.
En un balanceo que crece
el pasajero se mece,
aprieta duro el ombligo,
se “autopropulsa”, les digo.
Las piernas encoge, estira,
mientras panorama mira,
un buen consejo recuerda
asirse firme a la cuerda.
Sentarse fijo centrado
para no “salir volado”;
ley de gravedad opera
en ir y venir que impera.
La rama del árbol cruje
sin queja, feliz, recruje,
por bajadas y subidas
del trapecio, repetidas.
Necesaria resistencia
aguantar, sentida esencia,
la actividad que sublima
es dicha que no termina.
El columpio toma y daca
con ritmo, como una hamaca,
linda curva, leal, dibuja
con fascinación que embruja.
Por el aire, entretenido,
es péndulo sostenido,
la energía le da la vida
de agasajo, divertida.
Balancín al firmamento,
oscilar su fundamento
rasgar el cielo fraterno
vivo en busca del Eterno.
La gloria, terso, acaricia,
de niñas, niños, delicia,
el vértigo les produce,
al júbilo los conduce.
Después de larga jornada
de alegría desmesurada,
de pasearse en el espacio,
ya, sin bamboleo, . . . despacio.
El columpio tan soñado,
bien contento, aunque agotado,
poco a poco queda quieto
esperando nuevo reto.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 23 de octubre del 2019
Dedicado a mi pequeño nieto, Ian Santiago Mora Ramos, como regalo de cumpleaños . . .
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
- Autor: Gonzalo Ramos Aranda ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2019 a las 20:36
- Categoría: Infantil
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Nhylath, Matias Minervini
Comentarios3
Desea que alguien lo aborde,
que lo impulse, empuje, acorde,
hecho lo cual, muy gracioso,
proyectándose, precioso.
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TIERNOS Y DULCES VERSOS.
GRACIAS POR COMPARTIR.
SALUDOS POETA.
Muchas gracias a Usted, Alicia, por favorecerme con la atención de su lectura y su amable opinión. Que siempre esté bien. Saludos afectuosos.
Recordando los viejos tiempos...
Bellos versos de antaño
Hola, Melany, gusto en saludarla. Así es, estos versos son de antaño, de allá, por los años 1970's, lo narrado fue parte de mi vida de niño. Viví subido (trepado) en una jacaranda, en cuyas ramas, mis tíos, nos preparaban un columpio, ERA UNA MARAVILLA, QUE RECUERDOS MAS HERMOSOS. Como si lo estuviera viviendo otra vez. Saludos afectuosos, gracias por su atento y amable comentario. Saludos cordiales.
Con sus versos inspirados en ese columpio que todos recordamos haber montado en nuestra infancia, nos alegra el espíritu, y que hoy repetimos al balancear en el.mismo, a nuestros amados nietos ...y ¿por qué no?...también repetir con ellos nuestras hazañas de elevarnos a máxima velocidad!...
Cordial saludo, poeta!
Nhylath
Mil gracias, Nhylath, por su amable y lindo comentario. Así es , como Usted lo menciona, disfruto al máximo, empujando, impulsando, el columpio en el juego de mis tres nietecitos, me encanta que se columpien. Aquí entre nos, le confieso que, de vez en cuando, me sigo subiendo al columpio, a mis 59 años, eso sí, con mucho cuidado, que ya no está uno para caídas. Saludos muy cordiales.
¡ Me ha hecho usted sonreír al recordar las mismas travesuras!...
¡Abrazos y bendiciones!
Si, con los nietos se puede sacar al niño que traemos dentro y jugar, sin importar la edad. Un abrazo afectuoso. Que siempre esté bien.
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