Sobre algún polvoriento anaquel,
En telaraña recubierto,
Yace casi muerto
El sueño de un corcel.
De correr en campo abierto
Crin al viento, rumbo incierto
Pero el destino es cruel para con él.
Experto testigo de la alegría ajena,
Sus lágrimas oculta con el brillo del barniz,
Y con dulces melodías la agonía de su pena,
No hay fin a su condena, última vuelta y ser feliz.
Nada cambia aunque te aflija.
Fíjate en aquel cartel:
"La suerte es de quien saca la sortija."
Aunque ésta nunca elija al animal de carrusel.
- Autor: Franco Castillo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2019 a las 03:07
- Categoría: Triste
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, alicia perez hernandez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.