¡Cómo pesa tu ausencia en mis sueños
En mi lecho!
¡Esta tristeza consume mis anhelos
Y
Marchita mis esperanzas!
¡Luz de otoño!
¡No te sacies en tus ausencias!
Escucha el clamor de éste corazón
Y
Atiende el lamento de mi alma.
La aurora de mis mañanas se ha dormido entre mis manos, y la hojarasca que vuela sobre los tejados ha declinado su ímpetu. Hace lunas, la alegría desbordaba por la comisura de mis labios. Ahora, ha fenecido.
No imaginas, pero el sol que brillaba entre mis dedos ha obscurecido, y la nube azul que merodea entre mis pechos, ha palidecido.
La túnica blanca que trasluce mi cuerpo ha enrojecido y las sandalias que no pisaban el piso, polvo han cargado.
He auscultado en lo profundo de mi ser, y culpa no he hallado. ¿Por qué me castigas?
* Imagen tomada del muro de Islam Gamal.
Luz Marina Méndez Carrillo/20082019/Derechos de autor reservados.
- Autor: VITRALES DEL ALMA ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2019 a las 19:04
- Categoría: Triste
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Zapalandia
Comentarios1
La aurora se ha dormido entre mis manos,
He auscultado en lo profundo de mi ser
la nube azul entre mis pechos, ha palidecido.
y culpa no he hallado.
sencillamente hermoso mi excelente amiga me encantó
Con cariño
JAVIER
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