Un angosto callejón
con las calles empedradas,
el frío de sus paredes,
congelaba las miradas.
En lo alto de la torre
sonaban las campanadas,
son las doce de la noche,
son horas muy complicadas.
En el empedrado suelo
se escuchan unas pisadas,
las sombras en las paredes
se veían reflejadas.
Atrapado por el miedo
se aceleraban mis pasos,
esa sombra era la mía
y ese ruido el de mis pasos.
Un recóndito lugar
donde se posan las nieblas,
repleto de soledad
y donde todo es tinieblas.
J. Piñeiro
- Autor: Classman (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2019 a las 05:09
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Yamila Valenzuela
Comentarios1
Me encantó tu poema de características misteriosas y fantásticas!
Magníficas letras, amigo!
Recibe un fuerte abrazo!!!
Un abrazo Jorge. Muchas gracias
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