Agacho la mirada cada que te veo,
Me ahogo entre las palabras no dichas;
Y me destierro de mi propio ser.
Me acorto la vida,
Cada que pienso en ti…
Y tu recuerdo queda en mí.
Cada que lloro me siento a pensar,
Tomo mi cuaderno y pienso en ti;
Cuan preciosa eres.
Y dejo caer mis lágrimas,
Y canto al son del recuerdo…
Lamentando esta distancia.
Pues pobre soy sin tus caricias…
Tan lindos momentos,
Erradicados en el pasado.
Ya no te veo…
Pues envenenado estoy de ti;
Me he enamorado de ti.
Pues me he cansado de abrazar mi almohada,
Y enredarme en mis pensamientos,
Me he preguntado si acaso has comido.
Cada noche la siento monótona,
Abrazo y en me enredo en recuerdos,
Y palabras ya dichas.
Pues estar contigo es una dicha,
Pues mis esperanzas no las quiero perder…
Y tú veneno.
Se esparce y me mata lentamente,
Más yo finjo que todo está bien;
Pero sigo envenenándome de amor.
De tu nombre que es como el mar;
Y quedo sólo esperando,
Que la distancia sea corta.
Y que el tiempo me regale luz de vida,
Para poder verte otra vez…
Pues me marca solo soledad.
- Autor: Hiram García (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2019 a las 04:04
- Categoría: Carta
- Lecturas: 92
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