Eres torbellino en el desierto
Y el azúcar que endulza mi café cada mañana.
Me miras, y me llora el alma.
Dulce Nadia,
En tus ojos de niña una mujer asoma,
Pero no es curiosa!
Alguien la arranco de aquella calma.
Tu sonrisa esta pintada por la tristeza
Y juraría que el propio Miguel Ángel
Tallo tu rostro tan perfecto.
Cuando lloras, llora el cielo
Y todos los Ángeles bajan a consolarte
Sin embargo al acercarme
Tu sonrisa vuelve a dibujarse.
Acerco mi rostro a tu boca tierna
Y me muerdes suavemente con dulzura.
Me abrazas y me dices al oído
“cachetes de algodón”
- Autor: pandora (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2010 a las 00:14
- Comentario del autor sobre el poema: este es un poema que escribi a una niña del hogar donde trabajo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
Comentarios3
Es lo más tierno que he leído
gracias, un placer compartirlo contigo. un abrazo.
hermosas palabras para el pequeno ser que damos vida.
Dulzura y ternura juntas.
Lo más sublime de la vida, mi cachetes de algodón.
Bellísimo a miga
Un abrazo
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