Las sombras me atraparon la soledad me destrozó, sentí el crujir de mis huesos, el ocaso apenas comenzó.
Yo era simplemente necio, era lo peor de la humanidad, grite en mis adentros: "Dios porque me creaste lleno de defectos, porque no me diste otra oportunidad"
"Porque te complace el bendecir a unos desde sus cunas y a otros nos mantienes en penumbras"
"Porque nos diste libre albedrío y no nos dejas más opción que rendirte veneración"
Mi alma se desahogaba mientras mis ojos naufragaban
Quería encontrar consuelo, quería un abrazo más allá del mismo cielo.
Comentarios2
Excelente plegaria, así a veces nos sentimos los míseros humanos, y más cuando el cielo cierra sus puertas, y no atiende ni escucha.
Un saludo cordial.
Gracias por leerme!!!
Un abrazo
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