Hola - Chauuu
ALLÍ ESTABA ELLA
Un vendaval de música,
tocaba mi piel,
a mi corazón,
azul, luminoso,
cielo y sol;
agitado, frenetizado.
Entonces porqué no:
Abandonar el puerto rumbo hacia la inmensidad de la blanca y oscura noche.
Hundirse en la profunda, serena, fría mar envuelto en el influjo melodioso de Bach en serena alegría.
Me dije:
el caballo muerto gira, gira, gira en la noria vertiendo ríos de sangre;
las hojas vuelan revoltosas al viento;
los cristales se rompen con los gritos del silencio;
las flores son dichosas por unas horas recibiendo las caricias de la luz;
hay caminos terminando en abismos multicolores, nocturnos, sobre rocas bañadas de esa espuma blanca, trémula, salobre, espiritual, rugiente.
En silencioso encuentro con el desencuentro definitivo.
- Autor: Carlos Eduardo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2019 a las 11:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Yamila Valenzuela, Fabio Robles, Pajarillo, anbel, Ania Belotti, David Arthur, Alberto Escobar
Comentarios2
el caballo muerto gira en la noria
las hojas vuelan revoltosas al viento;
los cristales se rompen con los gritos del silencio;
las flores son dichosas recibiendo las caricias de la luz;
Aunque todo parezca contradictorio tiene coherencia real.
Muy buena amigo
Con aprecio
JAVIER
Agradezco el giro lírico de tu andanza literaria, al menos por esta vez.
Un abrazo hermaaaanooo.
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